Nuestra raíz:
Dicen l@s sabi@s que algunas personas entran en nuestras vidas como bendiciones o como lecciones. En nuestro caso; el origen, la semilla de esta escuela, está en los yoguis y las yoguinis que aún sin saber que lo eran, nos han precedido y acompañado a lo largo de nuestras vidas. Las personas que han encarnado los valores del Yoga, con su alegría, con su contento, con su estado de satisfacción y el saber disfrutar y sacar jugo a cada momento de la vida (aunque esas vidas no fueran las más fáciles o acomodadas).
Santosha es eso, cultivar ese estado de satisfacción por todo lo que hacemos por el mero hecho de poder hacerlo e independientemente de los resultados. Disfrutar de cada momento de la vida con un sentimiento sincero de gratitud hacia ella y el potencial enorme de esto para unirnos por encima de egos individuales, el potencial de crear/conectar con un verdadero estado de igualdad, de unión, de Yoga.
Desde los inicios del proyecto, hemos hecho de fontaner@s, albañil@s, pintor@s, carpinter@s, electricist@s, administrativ@s, community managers…pero l@s verdader@s arquitect@s, sois todas las personas que habeís estado con nosotr@s desde antes incluso de concebir esta escuela: de vosotr@s ha salido la fuerza, convicción y determinación de que este espacio era posible y necesario.
Santosha nace, en definitiva, de mucho, mucho amor incodicional. Y por eso, estamos segur@s, que desde el momento en que pongaís vuestros pies en la escuela, sentiréis que estáis en vuestra casa y que disfrutaréis de ella, sabiendo que Yoga, va más allá de un espacio.